El suave sonido de la música llenaba el aire de la Toscana, mezclándose con el susurro de las hojas y el soplo del viento cálido de la tarde. El escenario rústico, decorado con tonos de verde oliva y marsala, era un reflejo perfecto del amor de Vivienne y Vittorio: intenso, vibrante y lleno de vida.
Todos los invitados estaban de pie, observando con expectación mientras las damas de honor cruzaban el pasillo con gracia. Ophelia y Sierra caminaron primero, vestidas con deslumbrantes vestidos de color verde oliva que combinaban perfectamente con las flores que llevaban en las manos. Justo detrás, Annabelle apareció junto a Marco, vistiendo un elegante vestido marsala que realzaba su belleza.
Los dos intercambiaron una mirada divertida mientras avanzaban lentamente hacia el altar. Marco, como siempre, parecía co