El cielo de la Toscana brillaba con un manto de estrellas mientras la fiesta de bodas de Vivienne y Vittorio tenía lugar en la deslumbrante bodega de la familia Gotti. La propiedad estaba decorada con luces doradas que centelleaban entre los viñedos, creando un escenario mágico y acogedor. El aroma del vino y las flores silvestres se mezclaba en el aire, mientras la música suave resonaba en el salón al aire libre.
Vivienne y Vittorio estaban en el centro de todo, rodeados de amigos y familiares que celebraban su unión con alegría genuina. Compartían risas y brindis, sus miradas siempre encontrándose en medio de la multitud. En un momento más íntimo, Vittorio se acercó a su esposa y tomó su mano con ternura.
— ¿Estás cansada, mi amor? — preguntó