Vivienne pasó otra noche en el hospital bajo la observación de los médicos. Monitoreaban sus signos vitales y los del bebé durante toda la noche, mientras Vittorio permanecía sentado en la butaca junto a su cama. Dos de los guardias de seguridad del italiano hacían guardia afuera de la habitación y en los pasillos del hospital.
Era una precaución mayor después del accidente de Viv horas atrás.Vittorio sobornó a algunos médicos y Orpheus usó su influencia para borrar temporalmente los registros del embarazo de Vivienne.
Cuando una enfermera pelirroja y bonita entró en la habitación a la mañana siguiente, Viv ya estaba despierta y descansaba mientras hablaba con Benjamin por mensajes en su celular.— Buenos días, señorita St. James. ¿Cómo se siente hoy? — Preguntó la enfermera, sonrié