Capítulo 37 — A lo mejor.
En cuanto vio a Vittorio, Viv no pudo evitar que su corazón se acelerara.
Estaba absurdamente guapo con smoking negro y pajarita, el pelo peinado hacia atrás y la mano tatuada en el bolsillo.
- Viv, ¡espera! - la llamó Matthew.
Pero ella no esperó, sino que se dirigió en dirección a Vittorio, que miraba amenazador a Matthew, quien a su vez se rindió dándose la vuelta, sólo para ser interceptado por Emily, que le saltó al cuello y lo abrazó.
Vivienne se encontró cara a cara con Vittorio, que le dedicó una media sonrisa mientras la miraba de arriba abajo.
- Está usted preciosa, Principessa. - susurró, pasándole el brazo por la cintura y buscando su cuerpo en un abrazo-.
- Gracias, señor Gotti. - Respondió ella, oliendo su perfume. - Usted también está preciosa.
- ¿Qué quería ese imbécil? - preguntó Vittorio en un susurro junto a su oído, manteniendo la mirada fija en Matthew, que los observaba a los dos.
- Decir que yo era su mundo. - Respondió ella con franqueza.
- ¿Y qué has dicho