—Esta bofetada es por tu falsedad.
—Esta bofetada es por ser un maestro indigno.
—Esta bofetada es por devolver bondad con traición.
...
Pedro, mientras golpeaba y maldecía, cada bofetada era fuerte y sonaba intensamente.
Después de una paliza, Liliana quedó irreconocible, con la nariz torcida y la boca desviada, una vista lamentable.
Al ver a Liliana siendo golpeada brutalmente, los discípulos del Palacio de Jade se quedaron sin palabras de miedo.
Todos miraban con los ojos abiertos y el rostro lleno de terror.
Al principio, pensaban que Pedro había usado alguna trampa para derrotar a su maestra.
Pero la escena ante ellos les hizo darse cuenta de que estaban completamente equivocados, ¡y de una manera terrible!
Pedro continuaba azotando a Liliana sin parar.
Y los discípulos del Palacio de Jade, sin atreverse a intervenir, solo podían mirar impotentes.
Si incluso su maestra había sido derrotada, ¿no sería ir a morir si intentaban intervenir?
—¡Detente! —Justo cuando Liliana estaba a pu