No solo era una humillación para él, sino un golpe directo al honor de toda la familia Guzmán.
—¡Leticia! ¡Si te atreves a huir de este matrimonio, serás la deshonra de la familia García! —Lourdes y su hija se levantaron indignadas, vociferando en alta voz.
—¡Hija! ¡Piénsalo bien antes de actuar!
—¡Si te vas con ese inútil, arruinarás a toda nuestra familia! —Yolanda estaba al borde del pánico, gritando desesperadamente.
Herir el prestigio de la familia Guzmán no era simplemente una cuestión de perder acceso a la riqueza.
Sería un golpe mortal para el clan entero.
—Mamá, yo... —Leticia vaciló, incapaz de hallar las palabras.
—No temas, estoy aquí.
Pedro apretó la mano de la mujer a su lado, miró a su alrededor y proclamó:
—¡Hoy vengo a raptar a la novia! ¿Alguien tiene algo que objetar? ¡Que venga por mí!
Ante tales palabras, la sala se llenó de murmullos.
—¡Dios mío! ¿Puede un hombre ser más guapo? Está dispuesto a enfrentarse al mundo entero por la mujer que ama.
—Si un hombre así