Punto de vista de Bill
Cuando Serena salió, el tiempo pareció detenerse.
Nunca la había visto así. En el instante en que apareció detrás del biombo, el cuarto quedó en silencio total. Ella se quedó parada, luciendo espectacular pero algo insegura, mirándonos a todos como esperando una reacción.
El vestido plateado se ajustaba perfectamente a su cuerpo, brillando como estrellas con cada movimiento. El escote era atrevido, mostrando más piel de la que solía mostrar, pero con una elegancia natural.
Su cabello caía en ondas suaves a un lado, como si acabara de levantarse así de hermosa sin esfuerzo. El maquillaje estaba impecable, dándole un brillo casi mágico.
Por un momento, olvidé respirar.
A mi alrededor, todos quedaron paralizados. Paolo y su equipo tenían la boca abierta, incluso Stevie, que siempre decía algo gracioso, se quedó callada. Escuché unos suspiros suaves, y uno sin duda era de Stevie.
Serena nos miraba con nervios, sus manos apretaban el vestido con fuerza.
—Por favor,