Punto de vista de Bill

El maître nos guio a través del restaurante, donde el aire estaba impregnado con el aroma a hierbas frescas y ajo.

Era la primera vez que Serena visitaba ese lugar, yo había elegido ese sitio específicamente por su atmósfera tranquila y ambiente íntimo, esperando que pudiera ayudar a aliviar la tensión entre nosotros.

Al llegar a nuestra mesa cerca del fondo, el maître retiró la silla de Serena, y ella se sentó con un educado gesto de cabeza. Tomé asiento frente a ella.

—Hace tiempo que no salimos a un buen restaurante. —Comenté, intentando romper el hielo.

—Sí, ha pasado bastante tiempo —ella no encontró mi mirada—. Se siente... diferente. —Añadió en voz baja.

No pude evitar recordar todas aquellas cenas que solíamos tener cuando aún estábamos casados; restaurantes elegantes, comida excelente... y yo siempre demasiado concentrado en todo menos en ella. Recuerdo que me sentaba frente a ella, perdido en mis propios pensamientos, principalmente del trabajo. Ahora,