—Ya llegó la Reina a la que extrañaban~ —sonrió Isabella acercándose a ambos—. Jay, olvidaste la cesta —mostró Isabella su mano donde traía la cesta del picnic.
—Sí. Te estábamos esperando~ ¿verdad? —dijo él cargando a la niña en sus brazos.
—Pa~ pa-pá~ —sonreía la pequeña Johanna que ya había aprendido a decir "papá" aunque no, mamá.
Isabella hizo un puchero en broma.
—Joa, debes aprender a decir "mamá" también… Harás que me ponga triste~ —decía ella sentándose al lado de ese hombre castaño y extendiendo sus manos para cargar a la niña.
Jameson se la iba a dar, pero la pequeña se aferró a su padre sin soltarlo de la camisa, sus pequeñas manitas ejerciendo fuerza hasta que se veían ligeramente rojas.
—¡¿Es en serio?! —arqueó Isabella una ceja—. Bien. Quédate con tu padre, iré a nadar~ —se levantó Isabella quitándose sus ropas, quedó en un sensual bikini verde que hacía juego con el hermoso tono de sus ojos.
Johanna volvió a ver a su madre, observando su pecho deten