[Narrador Omnisciente]
-Mark, para finales de este año, si no hay un embarazo en curso, una prueba irrefutable de que nuestra línea continuará, te pido que consideres seriamente el divorcio.—La palabra "divorcio" golpeó a Evette como una ráfaga de viento helado. ¿Un heredero o el divorcio?.. El salón gira a su alrededor. El espejismo de perfección comenzó a esfumarse rápidamente, esto no es una sugerencia; es una orden directa. La oscuridad comienza a apoderarse del lugar envolviendo a Evette y a Mark en una atmósfera de complicidad forzada. El ultimátum de un heredero o el divorcio resuena en la cabeza de Evette como un gong desafinado, un sonido estridente que desdibuja la melodía de su "Matrimonio perfecto". Mark apretó su mano, pero ella sintió la debilidad, la desesperación en su agarre. Él está atrapado, tanto como ella. ¿O era cómplice?.. -Padre, por favor... Por lo menos danos el permiso de hacerlo vía inseminación in vitro.—Mark intentó interponerse, pero Arthur lo corta con un grito y una mirada— -¡No!.—Le grita enfadado porque ellos saben su postura frente a esa "aberración" porque así lo considera—.Y no hay ''por favor', hijo. Es un asunto de la familia, de los negocios, de la sangre Hudson. Los enemigos suponen que el trono de la industria Hudson quedará vacío. Necesitamos un heredero que consolide nuestro poder para las próximas generaciones. ¿Entendido?.—Evette siente las lágrimas acumularse en sus ojos, pero se negó a dejarlas caer. No frente a Arthur. No frente a Mark, quien ahora no parecía el hombre que le había prometido una vida juntos, de repente se estaba desdibujando frente a ella. El silencio que siguió a la partida de Arthur, el aire se siente más pesado que el plomo. Y el silencio entre ellos es un abismo. Mark la guió hacia su estudio personal, cerrando la puerta con un clic seco que resonó como el fin de algo. Mark, de pie frente a la chimenea apagada, parece un extraño. La máscara de "esposo perfecto" se había resquebrajado, revelando al hombre acorralado por las expectativas de su linaje. -No puedo perderte, Evette.—Murmuró Mark, su voz ronca, casi inaudible. Se volvió hacia ella, sus ojos, antes tan seguros, ahora llenos de una incertidumbre desesperada—. No sé qué haré si te vas. Mi vida... Mi futuro... Todo está entrelazado contigo.—Evette quería creerle, quería aferrarse a esas palabras como a un salvavidas en un mar tormentoso. Pero la traición sutil de su silencio previo, la forma en que él no ha intercedido con más vehemencia ante su padre, la ha herido—.Evette, amor yo... No sabía que sería tan directo—Dice, su voz teñida de una impotencia que Evette nunca le ha visto. Se pasó las manos por el pelo, como gesto de frustración— -¿No sabías?, Mark, ¡¿sabías de la presión?!, ¡¿Por qué no me dijiste la verdad?!, ¡qué nuestro matrimonio estaba condicionado a mi útero!.—La voz de Evette se quebró al final. Mark se acercó, intentando abrazarla, pero Evette retrocedió— -No es así, Evette. Te amo. Pero mi padre... Él es inflexible. La familia significa todo para él. Y yo soy el único hijo, ya lo habíamos hablado.—Las palabras de Mark suenan huecas. El "esposo perfecto" se desmorona aún más ante sus ojos— -Entonces, ¿qué?, ¿me vas a pedir el divorcio si no logro embarazarme para fin de año? ¿así de simple?, ¡solo faltan 6 meses para que termine este año!, ¡¿nuestro amor es solo un medio para un fin?!.—El dolor era un fuego abrasador en su pecho. Mark finalmente la tomó por los hombros, sus ojos suplicantes— -No, Evette, yo deseo un hijo, es parte de formar una familia contigo. Que seamos 3 o 5.—Evette tiembla y él la abraza—.Nunca te dejaré mi amor. Nunca.. ✧•✧•✧•✧ Los días pasan lenta y tortuosamente, Evette decidida a embarazarse, se inyecta una vez más las hormonas que la ayudarán a completar su vida. •-Madre por favor.. •-Yo no crié una hija para que sea una esposa trofeo, una esposa que solo sirva para dar niños a una familia de imbéciles. •-Las cosas no son así mamá. •-¡¿No?!, ¡Mira cómo estás, inyectándote todas esas m*erd*s para poder quedar embarazada!. •-Mamá.—El dolor al sacar la aguja la hace respirar—.Es mi familia, mi esposo, haré lo sea para que mi matrimonio siga siendo lo que es, el mejor de todos. •-Sigue engañándote con eso, sigue pensando que ese hombre te ama de verdad y quiere una familia contigo. •- Mami por favor. •-Te amo.—Ella comienza a llorar y a Evette también se le llenan los ojos de lágrimas—.Me duele verte en está situación. •-Mami, soy feliz, de verdad lo soy. •-Crees eso porque lo amas. •-Así como te amo a tí mi viejita linda. •-Te daré un par de cocorrones por decirme viejita.—Evette se ríe a carcajadas y su madre se contagia—.Sabes que cuentas conmigo para lo que sea, a la hora que sea, por favor nunca dudes en venir a mi si algún momento me necesitas. •-Lo sé mamita linda, te amo.—Evette, limpia sus lágrimas— •-Yo te amo más mi niña preciosa. •-Besos, debo colgar. Hablamos en la noche o mañana.—La señora Olga, se limpia las lágrimas y le envía muchos besos sonoros. Evette sonríe a la pantalla para luego colgar. Se acomoda en la cama para dormir un poco, las inyecciones siempre la dejan adolorida y con sueño, todo sea por darle lo que más desea su amor, un hijo. Toca su vientre— -Un bebé nuestro, nos unirá más porque sí, mi madre tiene razón, en los sus últimos años él, solo me habla de sexo como si fuese lo único que le interesa de mi... Y con el ultimátum de su padre..—Las lágrimas de Evette bajan mientras rememora lo mucho que ha cambiado en todo este tiempo y ahora entiende porque. Ya casi no le habla bonito, solo cuando quiere sexo y mayormente lo tienen solo cuando sabe, que Evette puede quedar embarazada. Los sollozos la ahogan.. ✯✯✯ Unas manos que ella conoce desde hace más 3 años, acarician su rostro. Ella sonríe, abre los ojos. -Amor mío.—Mark, la observa y le sonríe— -Evette, amor, ¿Te inyectaste?. —"Santo Dios, nada de, ¿cómo estás cariño?"— -Si amor, “¿Hola Evette, cómo estás, cómo ha estado tu día?. -Perdón amor. ¿Cómo estás, cómo estuvo tu día?. -Muy muy bien, gracias por preguntar, estuve trabajando y dibujando para el proyecto Global Denver Corp antes de inyectarme.— Él afirma, le da un beso en la frente y se marcha al baño. "Ni un besito ni nada. Sí, en definitiva, solo hay sexo cuando existe la posibilidad de quedar embarazada". ¡Dios!. —Grita Evette en sus adentros... [Días después] La voz de su madre es un martillo constante, golpeando el mismo clavo ya oxidado. Una vez más estaban enfrascadas en la misma conversación. Doña Olga no podía dejar de sufrir por su hija. •-Evette, mi amor, ¿hasta cuándo vas a torturarte así por ese hombre?. Evette More, eres la diseñadora estrella en la rama de muebles de la prestigiosa industria de la madera, no puedes seguir así, ya me harté de esta situación. — Evette sonrió débilmente a través de la videollamada— •-Mamá, no es una tortura. Es… Es amor. Y ya verás, este mes sí funcionará.—Su madre, con los ojos llenos de una tristeza que Evette prefería ignorar, suspiró— •-Un amor que te exige la paz de tu vientre, hija. Mira cómo estás, agotada, hinchada... Ya no te reconoces.—Doña Olga colgó la llamada sintiendo un nudo en el estómago, llorando silenciosamente por su hija. Evette también llora, no por el reproche, sino por la verdad a medias que dolía más que cualquier inyección, porque el espejismo de relación, del matrimonio perfecto se esfumaba cada segundo desde que se enteró de verdad. Con las manos temblorosas, tomó la jeringuilla. Es la última dosis de este ciclo. El líquido frío se deslizó bajo su piel, una sensación familiar que la adormecía rápidamente, arrastrándola siempre a un sueño donde Mark aún era el príncipe azul de sus ilusiones, el hombre que la ama por encima de todo. Liliana santos