25 - Celoso.
AMELIE.
Escuchar esas palabras salir de la boca de mi hija, hizo estragos en mi interior. ¿Ella anhela una familia?
Verla reír con Ismael, jugar con él, y que específicamente ese hombre tan imponente, se muestre placentero en cumplir cada uno de sus caprichos, como ahora; que tiene gomitas en cada mechón de su cabello.
Es imposible no reír.
Especialmente, cuando la faceta que veo todos los días, es una diferente a ésta, que tengo en frente.
Varias horas más tarde, cuando la noche ya cayó sobre nosotros, me dispongo a darle un baño a mi niña. Luego de todo ese trajín, me doy cuenta, que el aroma a comida llega hasta aquí proveniente de la cocina.
—Huele rico. ¿Crees que Is haya cocinado, mami? —Observa a mi princesa. Ella se ve cómoda con él.
—Al parecer, así es.
Bajamos, encontrándolo preparando la mesa con bocaditos.
—¿Quieren cenar aquí, o en la sala? Mandé a traer algunas cosas para ver películas.
—¡SIIII! —exclama mi hija corriendo hacia él—. ¡Películas! Esto es asombroso