Capítulo 32
Santiago
La mamá de Helena estuvo pocos días con nosotros y aunque al principio ella tenía sus reservas sobre mí, se fue suavizando su actitud hacia mi persona a medida que nos fuimos conociendo más.
–Me dio mucho gusto conocerte, Santiago. Eres agradable.
–El gusto fue para mí, Mariela, y la próxima vez trae a tu otra hija. Helena tiene muchas ganas de ver a su hermanita.
–Sí, mamá, por favor. Ella está creciendo y tengo mucho sin verla.
Ahora estaba dejando de pensar solo en mí. Me preocupaba también por Helena y por todo lo que tuvo que dejar, por nuestro matrimonio, como el no poder ver a su hermanita menor.
Tenía demasiado por lo que agradecerle, Julieta, tenía a la mejor madre del mundo, de eso no tenía la menor duda.
–No me pongan esas caras, en las vacaciones la voy a traer. Ella quiere verte Helena y también a la pequeña Julieta.
–No soy pequeña, abuela.
Nuestra hija ya se sentía demasiado grande y eso a mí no me gustaba verlo y menos que me lo recordara. Quería