Estábamos mi madre, los padres de Kevin y yo en el salón, cuando escuchamos llegar un coche a la casa, poniendome muy nerviosa por si era mi marido que había ido a por mi, pero de pronto escuchamos a Liam hablar con Kevin cuando entraron en la casa, tranquilizandome en ese momento. Los dos hermanos entraron en el salón dirigiéndose Kevin hacia el sofá que era donde yo estaba sentada, sentandose a mi lado pasando su brazo por mis hombros, besandome en la mejilla.

— ¿Cómo te encuentras? — me pregunto

— Ahora que estas aqui conmigo, estoy muy bien — le dije

— Menos mal que te dio por llamar a la policía, quien sabe que ese desgraciado podría haberos hecho a los dos — me dijo Kevin

— Por favor ¿podemos cambiar de tema? Erik no se quedara quieto de todas formas — les dije

— Me voy a arrepentir Lorena toda mi vida, de haberte dejado sola aquella mañana en mi casa — me dijo Kevin,

—- Bueno cuñadita ¿cómo está mi sobrino?, todos estamos deseando ya ver su carita — me dijo Liam

— Liam cariño,