"...ella se deleitaría con el del vampiro y yo disfrutaría el de su amante, pero..." se gira abruptamente y le propina un fuerte golpe a Cassandra en la cara, ella está inconsciente nuevamente. Mis sentidos están aturdidos por la confusión y el terror que se apodera de mí.
"Pero tú, tú maldita hija de puta, tú la mataste, tú me la robaste, la envolviste en tu asqueroso juego y me la robaste... ella era todo, ella era oscuridad, dolor y traición, mi complemento perfecto, hasta que apareciste tú en nuestra maldita vida y se volvió loca queriendo dejarme de lado, para seguir contigo...", sus palabras son como cuchillos afilados, cortando cualquier ilusión que alguna vez tuve sobre mi familia.
Mi mente da vueltas, tratando de asimilar la revelación de que mi madre no era quien pensé que era. ¿Cómo es posible que todo esto haya sido una farsa? ¿Cómo puede ser que mi propia existencia sea solo un juego cruel de poder y venganza?
"Ya calla, mocosa, soy tu padre y soy tu dios, nunca pensé en