Justo en el centro.
Uno menos.
Así no podrá contar nada.
Ni revelar nuestra existencia.
Huyo a toda velocidad por el bosque. Sé que ella me sigue. La siento…
Pero es demasiado lenta para alcanzarme.
Mi traje de batalla oculta mi identidad. Eso es una ventaja.
Pero también sé que tendré problemas si la manada descubre que maté a un vampiro yo sola.
Una de nuestras reglas es clara:
"Atacamos y matamos en manada."
Llego a casa y me doy una ducha. Estoy fastidiada.
No puedo dejar de pensar en esa chica.
En su rostro.
En esos ojos.
Es irritante.
Debe tener unos 18 o 19 años… se ve tan joven.
Claro, también puede que tenga siglos encima y sea una anciana, lo que explicaría por qué no pudo conmigo.
Siempre supe que era la mejor. Aunque el resto del grupo no quiera reconocerlo.
Y todo esto, solo porque aún no he hecho el cambio.
Algo debe estar mal conmigo. Yo debería haberlo hecho hace tiempo.
Gracias a eso, siempre me he sentido tan alejada.
Tan marginada.
Tan sola.
Si no fuera po