Capítulo 115
Tan pronto como se conectó la llamada, Jeremy preguntó:
—Papá, ¿sigues en el centro comercial? Puedo pasar a recogerte, ando por la zona.
Frederick se alegró al oír eso.
¡Qué momento más perfecto para que se conocieran!
—Claro, ven al restaurante, está en el tercer piso —respondió de inmediato, colgando enseguida.
—¿Ese es tu hijo? —preguntó Camila, curiosa.
—Sí. Dijo que estaba por aquí. ¡Qué casualidad, eh! Así se conocen y se hacen amigos. Incluso le puedo pedir que te lleve a tu casa más tarde —dijo Frederick, soltando una carcajada alegre.
Ay, no. Yo no quería conocer a su hijo... Y ahora que por fin conseguí el contacto de este hombre, me sale con esto. ¡Qué situación tan incómoda!
—Señor, siga comiendo tranquilo. Yo voy un momentico al baño —dijo Camila, con una sonrisa forzada, pero en realidad quería pagar la cuenta y salir corriendo del restaurante.
Antes de irse, le dejó dicho al camarero que le informara a Frederick que ella tuvo que marcharse.
Poco