Durante una semana fui violada varias veces al día por Carlos, hasta que un día escuche como llegaron varios vehículos, me asomé a la puerta viendo bajar a varios hombres con trajes muy caros y todos armados con fusiles., bajando después una mujer que yo conocía. Cruzamos las miradas la mujer y yo acercándose ella hasta la puerta donde yo estaba escondida
— A quien tenemos aquí, tu eres Bianca, la esposa de Giuliano ¿verdad? — me preguntó
— Esta chavita italiana es mi morra, y olvidate si piensas que la voy a dejar marchar — dijo Carlos
— No seas idiota Carlos, nos servira mejor para nuestro negocio si ella vuelve con el imbecil de Giulano, ella será nuestra conexión para nuestro negocio mi querido chavito y cuando ya no me sirva para nada, te la entregare y podrás hacer lo que quieras con ella — le dijo Adrianna
— Entonces de acuerdo, pero no tardes mucho en devolverme a esta zorrita — contestó Carlos, rodeando mi cintura, apretando su boca a la mía, apartandome de él cuando pude