Nada más salir Giuliano por la puerta de su despacho, entró la sirvienta dando un pequeño grito al verme en el suelo llorando y encogida a causa del dolor que tenía, me ayudó a levantarme y andando poco a poco pude llegar a mi dormitorio con su ayuda, me tumbe en la cama cogiendome ella la mano sentándose a mi lado
— Señora voy a llamar al médico, tiene un fuerte golpe en la cara — me dijo
— No lo hagas, ya se me pasara el dolor — contesté
Poco tiempo pase en la cama cuando empecé a notar en mi entrepierna que me estaba mojando, se lo dije a la sirvienta mirándome ella, poniendo sus manos en la boca, se marchó del dormitorio corriendo volviendo poco después hablando por el movil, cuando termino la llamada volvió a cogerme de la mano apretandola
— Ya viene una ambulancia señora, no se preocupe que todo estará bien — me dijo con alguna lágrima cayendo por su mejilla.
Habían pasado algunos minutos cuando escuchamos la sirena de una ambulancia, la sirvienta volvió a marcharse del dormito