Capitulo 43.
-No seas ridícula Stella, entra de una vez-Me regañé a mí misma en la puerta del hospital.
Ya a pasado casi una hora desde que llegué y aún no me he atrevido a entrar.
¿Cómo sería capaz de cuidar de otro ser humano si ni siquiera logro superar mis miedos?.
Muchas cosas en mi vida tenían que empezar a cambiar, comenzando por ésto.
Tome una gran bocanada de aire para llenarme de valor y empuje la enorme puerta de vidrio. Una vez dentro, comencé a dar pasos muy lentos mientras observaba todo a mi alrededor.
Después del accidente no me había atrevido a pisar de nuevo un hospital y para mi desgracia, éste estaba repleto.
Enfermeras, niños llorando en los brazos de sus madres, persona quejándose de dolor siendo llevadas en camillas de un lado a otro, y muchos rostros llenos de miedo e incertidumbre fueron los detonantes para mi aturdimiento.
Comence a hiperventilar y me fui acercando a una pared para poder sostenerme, sintiendo como todo aquel ruido se convertía en un solo y desesperante