Capitulo 44.
SALVATORE.
-¿Qué tal me queda este vestido?-Pregúnta Stella mirándose al espejo y moviéndose de un lado a otro para lucir su enorme barriga.
Me acerco por detrás para abrazarla por la espalda, apoyo mi mentón en su hombro y coloco ambas manos sobre su vientre para acariciarlo.
-Te queda perfecto porque eres hermosa-Le aseguro mirando nuestro reflejo-Serás la madre más hermosa del mundo.
-¿Eso crees?.
-Con toda firmeza-Le beso la mejilla-Te amo.
-No, tu me odias-Dice inesperadamente, haciendome fruncir el ceño.
Sus inocentes ojos se entristecieron tanto que la tome por los hombros y la hice girar sobre sí misma para poder mirarla a la cara.
-Yo no te odio Stella, jamás podría odiarte, porque te amo más que a mi propia vida. Tú y mi hijo son lo más importante que tengo.
-Pero no es tu hijo, tú mismo lo aseguraste.
-Porque estaba confundido y molesto, lo lamento tanto, ¿Podrás perdonarme?.
-Sí puedo-Contestó con una linda sonrisa, y a los pocos segundos la borró de insofacto-Te perdono,