Capitulo 4: ¿Me gusta?

Reaccionando, Franco le pregunta casi tartamudeando

_¿Usted es Lauren Watson?.

_Si señor, soy yo, me envió Tabita_ Mientras también se percata del apuesto varonil que es Franco.

_Ok, por favor siéntese_ Le dice él aún un poco nervioso.

_Gracias_ Contesta ella.

_Me imagino que ya Tabita le comentó algo respecto al empleo.

_Bueno, solo me dijo que iba a ser la niñera de dos niños.

_¿Solo eso?_ Pregunta él intrigado.

_Solo eso_ Responde ella.

_Bueno, yo quisiera dejarle algo muy claro señorita Watson, mis hijos para mí son lo más importante del mundo, tengo entendido que usted no tiene ninguna experiencia en el cuidado de niños, eso me inquieta, para ser sincero, así que le advierto que estará mucho más vigilada que las demás niñeras que han llegado, también quiero advertirle que mis hijos son bastante traviesos y debe tenerles mucha paciencia.

_Ok.... No hay problema señor.

_Me imagino que tabita si le habló de la paga ¿Verdad?.

_ Si, estoy enterada de la paga.

_¿Esta de acuerdo?_ Pregunta él.

_ Si, estoy de acuerdo_ Responde Lauren rápidamente.

_Bueno, no siendo nada más, le pido que me acompañe a la habitación de mis hijos.

Franco y Lauren suben a la habitación de Julieta y Max, al entrar una cubeta llena de harina cae sobre él.

_!Niños!_ Grita furioso Franco.

Ellos corren inmediatamente y se ponen uno al lado del otro frente a su padre, con la cabeza hacia abajo.

Él quitándose la harina de encima, les pregunta furioso.

_¡¿Qué es esto?!.

_ ¡Lo lamentamos papá! Pensamos que era la niñera la primera que iba a entrar.

Lauren mira aterrada y se Pregunta:

"¿Estos son los niños que voy a cuidar?"

_ Señorita Watson, no vaya usted a pensar mal por favor, le prometo que esto no volverá a pasar_ Dice él apenado.

Desde esa noche, Lauren fue víctima de muchas mas travesuras, pica pica en la crema dental, bichos en su ropa y muchas cosas mas.

_Ok niños, estoy cansada de todo esto, llevo una semana en esta casa y no me han dejado tranquila ni un solo día ¿Me pueden decir que les pasa?

_¡Queremos que te vayas! No queremos más niñeras, queremos una mamá.

_¿Una mamá? ¿Y porque no se la piden a su padre?.

_Ya lo hicimos, pero se niega a darnos una, entonces vamos a hacerte la vida imposible hasta que te vayas_ Dice Julieta.

_Lo Lamento mucho, pero no me voy a ir, necesito el empleo y me voy a quedar.

Ellos se miran el uno al otro y sonríen.

Lauren le tocó soportar cosas realmente terribles, pero necesitaba el trabajo, si regresaba a los Estados Unidos todo iba a ser más complicado aún.

Una noche, después de un pesado día con los gemelos, Lauren se sienta en el jardín, mirando un bello lago dentro de la propiedad.

En ese momento, llega Franco, al verla se le queda mirando de lejos, el chófer se le pone al lado y le dice:

_Es linda ¿Verdad señor?.

Él, solo lo mira y sin decir nada, entra a la casa.

Los días pasaban y Lauren seguía soportando a los niños, hasta que una noche los dos pequeños pasaron los límites.

Lauren sale del baño y resbala con el shampoo regado en el piso, golpeándose fuertemente en la cabeza y quedando inconsciente.

Cuando despierta, lo primero que ve es a Franco parado frente a ella, pensó que era un bello espejismo, en ese momento se dió cuenta que era mucho más atractivo que lo que ella pensaba.

_Señorita Watson ¿Cómo se siente?_ Le pregunta él preocupado.

_Me duele mucho la cabeza ¿Dónde estoy?_ pregunta desconcertada.

_ En el hospital, señorita Watson, lamento tanto lo que paso, mis hijos me confesaron que fueron ellos los que regaron Shampoo fuera de la ducha, en verdad lo siento.

_Señor Di Baldi, usted no tiene hijos, tiene unos pequeños monstruos, pero... No estoy enojada.

_Yo... No se que decir, en verdad lo lamento mucho, si usted quiere volver a los Estados Unidos yo me comprometo no solo a pagar todo lo del viaje, sino que también le daré una indemnización, aparte de todos los gastos médicos.

Lauren se queda pensando por unos segundos, estuvo tentada a aceptar la propuesta, es que no soportaba ni un minuto más estar con esos niños, pero luego, recuerda lo que ellos querían y entendió Por qué hacían todo eso, solo querían una mamá, ellos eran igual que ella, quien también había crecido sin una madre a su lado, así que tomo una decisión.

_No, creo que les daré otra oportunidad.

_¿En serio? _Le Pregunta él sorprendido.

_Si, yo me quedaré.

Al día siguiente, Lauren vuelve a la mansión Di Baldi.

_Niños, la señorita Watson está aquí y quiero que le pidan una sincera disculpa por lo ocurrido, también quiero que recuerden lo que pasará si vuelven a hacerle una cosa más_ Les dice muy serio Franco.

_!Lo sentimos mucho!_ Dicen ambos niños_ Con la mirada hacia abajo.

Franco sale de la habitación y Lauren se queda mirándolos, mientras ellos siguen con la mirada hacía abajo.

_¿A qué se refería su padre cuando les dijo que recordaran lo que les había dicho si hacían una cosa más?_ Les Pregunta ella.

_Nos enviará a un internado, ya nos había amenazado antes que tú llegaras, pero ahora ya nos dijo que estaba hablando muy en serio, hasta llamó a la directora del internado y todo.

Lauren suspira profundamente y luego les dice:

_Ok, miren niños a pesar de que lo que hicieron fue muy grave, Les propongo un trato, qué tal si hacemos una tregua, vamos a fingir que ustedes me han aceptado y que me quieren y a cambio, yo los dejaré hacer todo lo que ustedes quieran y que su papá no los deja, como ejemplo... Comer helado, ver TV y todas esas cosas.

_¿Estás hablando en serio?_ Preguntan asombrados.

_Asi es, ustedes no quieren ir a un internado ¿Verdad?.

_!No!_ Contestan los dos al mismo tiempo.

_Ok, yo tampoco quiero perder mi empleo, necesito el dinero, entonces ¿Es un trato?_ Les dice ella_ Extendiendo su mano.

_!Un trato!_ Les contestan ellos_ Estrechando la mano de Lauren.

Lauren y Los niños empezaron a llevarse mucho mejor, eso tenía sorprendido a Franco, quién nunca había visto a sus hijos llevarse así con ninguna otra niñera.

Dos Meses Después

_Te digo que todavía no lo puedo creer, si tú vieras como se comportan con ella_ Le dice Franco sorprendido a su hermano_ Mientras entra a su oficina.

_Si, lo sé, me he dado cuenta cuando voy a la casa, así como me he dado cuenta como la miras.

_¿Qué? ¿De que hablas? _ Le pregunta Franco a su hermano un poco nervioso.

_¿Te gusta?_ Le Pregunta Gregory.

_¡Claro que no! Es la niñera de mis hijos.

_¿Y? ¿Acaso eso le quita que sea una mujer hermosa?.

_Gregory, estás diciendo cosas sin sentido.

_No lo creo, estoy seguro que mis palabras tienen todo el sentido del mundo, la otra noche cuando llegamos y la viste sentada en el jardín, tus ojos se iluminaron, pude verlo, desde que Angeline murió, tus ojos no se habían iluminado de esa manera al ver a una mujer ¿Porque no lo aceptas?.

_Por qué no tengo nada que aceptar_ Le dice seriamente Franco.

Esa noche al llegar a casa, Franco escucha música saliendo del salón de juegos, él Intrigado se dirige hacía allá y abre la puerta.

Cuando lo hace, ve a Lauren y a los niños bailando alegremente música country, tenían puesto sombreros y botas, parecían todos unos vaqueros.

Él sonríe al ver a sus hijos bailar, estaban felices, parecían otros niños, en sus caritas había una auténtica felicidad.

_!Papá!_ Gritan al verlo.

Lauren corre inmediatamente y apaga la música apenada, y le dice a Franco.

_ Señor lo lamento mucho, lo que pasa es que hoy es viernes y quería hacer algo diferente con los niños, no quise molestar.

Él, con ambos niños en sus brazos le dice:

_No tiene por qué disculparse, al contrario, me da mucho gusto que los niños se diviertan.

_¿papá por qué no bailas con nosotros? !Es muy divertido!_ Dice Max.

_No cariño, yo no sé bailar esa música Norteamericana_ Dice él sonriendo.

_ Es muy fácil señor, si usted quiere le enseño_ Dice Lauren muy animada.

Los niños toman a su padre por las manos y lo llevan al centro del salón, Lauren toma la mano de él y la pone en su cintura, lo que hace que él se sonroje, luego empieza a enseñarle a bailar, Franco estaba perdido no sabía qué hacer, pero se sentía muy feliz al ver como sus hijos aplaudían tan animados.

En medio del baile, sus miradas se quedaron fijas una con la otra, parecía que el tiempo se hubiera detenido en ese instante.

De repente, los niños empiezan a decir en coro:

_¡Beso! ¡Beso!.

Ellos reaccionan enseguida y Franco para desimular la embarazosa situación, carga a Julieta rápidamente para bailar con ella.

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