PRINCESA... DE DÍA. CAPÍTULO 11. Si sabes rezar...
Cameron no podía decir que era un experto tratando con mujeres locas, porque si era honesto, para el momento en que había entrado a la cárcel era solo un chiquillo de diecinueve años. ¿Bien parecido? Sí. ¿Con la cabeza puesta en cualquier tontería