—¡Wafe, mami! ¡Uuuuucho wafe! —repitió Niko y Milo no pudo evitar ponerse a aplaudir mientras Anja hacía un puchero.
—¡Claro que sí, mi amor! ¡Wafles! ¡Mami te va a hacer wafles enseguida! ¡Vamos! —exclamó ella saliendo de la cama emocionado.
—¿Y papi no está invitado? —fingió protestar Milo.
—¡P