Milo arrugó el ceño.
—¿Habrán tenido algo que ver con su desaparición?
Ella se encogió de hombros.
—No lo sé... ya no sé nada. Pero si tuviera que volver a hacerlo, lo haría todo de nuevo.
Milo asintió con tristeza.
—Siento mucho lo que pasaste —dijo en un tono suave—. Nadie debería tener que p