No le tomó mucho colarse hasta la sala de urgencias e identificar a dos de los hermanos de Noémi frente a una de las puertas. Corrió hacia ellos, pero apenas estaba a unos metros cuando Milo le salió al paso.
—¿Tú qué carajo estás haciendo aquí? —gruñó agarrándolo por la chaqueta con violencia como