Levi se puso rojo hasta la raíz del cabello al escucharla decir eso, y no tenía precisamente algo que ver con la moralidad, sino con aquel instante de imaginación que lo hizo pensar en los gemidos de Noémi Keller mientras se tocaba.
"¡Me va a matar!"
—¿Está aburrida y no tienes nada más que hacer?