—Eso es mentira —siseó Loan entrando y tomando su mano herida para quitarle la venda—. ¿Esa infeliz te hizo esto? ¡Dímelo!
Danna pasó saliva y asintió.
—Quería que fuera más torpe. Como no cumplí sus expectativas me pegó la mano a una olla hirviendo.
—¡Maldit@ bruja! —gruñó Loan mientras sentía c