Ni siquiera podía decirlo pero a respuesta de Loan fue empujar su mejilla con la nariz como si fuera un cachorro para que ella lo mirara.
—No estás embarazada, y si lo estás, es mío.
—Loan...
—No te lo estoy diciendo solo por tranquilizarte, pero sé que ese hombre no te hizo nada —le dijo y la si