Como no, tras la ceremonia, vino el banquete de celebración.Más relajado y presenciando las danzas que ejecutaban los hombres y las mujeres, Daylhan se acomodaba junto a su esposo.Keerd, sin hablar, se encargaba de que al chico no le faltara ni bebida ni comida.
-No, no, ya no puedo más- detuvo Daylhan a éste al ver que le volvía a llenar el vaso. Enarcando una ceja, el moreno le miró seriamente.
-Es-estoy bien, de verdad- se excusó Daylhan con su mano sobre la del otro.
-Grrrphfmm-
-No…no quiero pasarme con la…bebida- se explicó el castaño.
-¿Por qué?-
-Pu-pues por-porque…será mi…primera vez con alguien y…no quiero parecer aún más…torpe de lo seré-
Las mejillas de Daylhan se tornaron rojas como las amapolas al mismo tiempo que agachaba la mirada.Rápidamente, Keerd se puso en pie y sin decir nada obligó al chico a levantarse.Acto seguido y con una agilidad increíble lo agarró por la cintura y alzándolo del suelo se lo echó al hombro como si