Capítulo 86. La verdad en una carta.
Al día siguiente muy temprano.
Félix Lancer entró caminando lentamente a la mansión Lancer nuevamente después de solo una par de días de haber salido.
Podía sentir el poder en sus manos y también esa sensación de ser imparable. Ahora era el único a cargo de la fortuna de Facundo y nadie podía decirle que hacer.
Además de tener un heredero en camino y el camino libre con Ximena.
—¿No es hermosa?—, preguntó Félix a Ximena que estaba a su lado mientras todos admiraban la majestuosidad de la mansión Lancer.
—Si...—, dijo Ximena fingiendo una sonrisa.
—A mí si me parece hermosa—, dijo Abigail para inmiscuirse en la conversación. Pero Félix la ignoraba por completo.
En ese momento Urdaneta salió luego de darle una ronda preventiva a la mansión.
—Está despejada, señor. El lugar es seguro—, dijo Urdaneta.
—Excelente. Ahora quiero que hagas algo—, respondió Félix.
—Lo que usted diga, señor..
—Quiero que contrates nuevamente a todo el staff de escoltas que teníamos antes, y quiero que c