Capítulo 146. Por el bien de ellos.
—¡Félix! ¿Qué está haciendo mi hijo aquí? ¿Cómo lo sacaste de la mansión Lancer?—, reclamó Ximena desesperada.
—¡También es mi hijo! ¡El tiene derecho a estar aquí en la fiesta de su padre y rodeado de personas poderosas!
—¡Muy bien, muy bien, muy bien! ¡Ya ganaste! ¡Si querías demostrar algo, ya lo hiciste! ¡Me queda claro que tienes el control!—, decía Ximena de forma sumisa y suplicante—, Sólamente, por favor, por favor, por favor, no le hagas daño a mi hijo.
—Qué casualidad que lo menciones, porque tenía algo en mente que precisamente te quería pedir.
Ximena estaba llorando y con los nervios destrozados.
—¡Habla de una maldita vez!—, gritó Ximena sin importarle que los invitados la pudieran escuchar.
—En realidad son dos cosas...—, dijo Félix riendo con gusto—, Quiero que rompas el acta de divorcio que le pediste a los abogados, y también quiero que cuando Adelina aparezca me la entregues en bandeja de plata.
—¿Adelina?
—Si, Ximena. Sé perfectamente que Adelina estaba en la ma