Zoe llego al bar, donde varios jóvenes se encontraban sirviendo tragos. Se encontraba sumamente perturbada por ese hombre y esperaba alejar sus pensamientos con la bebida.
- Por favor, me da un Martini.
- Si claro señorita, aquí esta. – El hombre le acerco la bebida.
Mientras Zoe comenzaba a beber con desesperación, Claudia llego corriendo y comenzó a reírse de ella.
- Chica no puedo creer que no me contaras lo guapo que es ese hombre. Es tan grande, sexy, rudo, salvaje…
- Sí, sí, sí. Es muy guapo, pero eso no le quita lo malandro, así que deja de alagarlo.
- Pues yo no veo que sea tan malo, incluso su atuendo es bastante increíble y al ser socio de mi primo seguramente es un hombre bastante adinerado, eso es todo un plus.
- Bueno eso no me impresiona… Además el que hoy se vea bien, no significa que no sea mala persona si estaba ese día en el bar.
- Yo también estaba y tú también jajajaja.
- Bueno si, pero el salió de ahí, y parecía muy confiado, seguro se la pasa ahí buscando