DANTE
―Tres putos meses ―gruñí exasperado, dándole un puño cerrado a la pared más cercana.
Habían pasado Tres meses de cuando se la llevaron, alejándola de mí. No he logrado conseguir información para entrar a ese maldito lugar, pero aun seguía esperando la ayuda de ese contacto en Rusia.
Desgraciadamente en esto momentos era como si estuviera atado de pies y manos, no podía moverme y volver a Rusia.
―No queda mas que seguir esperando. Mientras tanto te necesitamos aquí, mas Edgardo e Iván ―explico Leo.
Edgardo había caído enfermo, y ahora se encontraba en cama recuperándose. Después del infarto que vivo hace una semana a causa de la noticia que recibió.