¡No es tu hijo!
Juanne y Missie subieron hasta el tercer piso. Había un niño corriendo por el pasillo en una pequeña bicicleta. Sus cabellos amarillos cortados al estilo honguito le trajeron a la mente a la bella mamá Anne. Por fin había encontrado a su hermano. Juanne trató de levantarlo de la bicicleta, pero el niño se resistió y dio atrás a su bicicleta y se impulsó con más fuerza y pedaleó como todo un profesional de carreras, Juanne tuvo que apartarse o de lo contrario aquél veloz remolino lo iba a dejar en el suelo. El niño dio vuelta en el pasillo y gritó:
–¡Mamá!
Missie corrió a la puerta y cuando la mujer salió se adentró en el apartamento, no les pasaría lo misma de la vez anterior.
–¿Qué sucede, ¿Quién es usted? –le dijo la