Tu luna por contrato
Tu luna por contrato
Por: Fany
Cap 1

Katerin.

Hoy es uno de los pocos días que disfruto venir al pueblo acompañondo a mi hermana Elizabeth, lo que no disfruto son las miradas lascivas y algunos comentarios que hacen los estúpidos hombres creyendo que con esas palabras una mujer caerá rendida a sus pies si supieran que solo nos hacen ver lo imbéciles y de poco cerebro que son pero supongo que hay mujeres que han de caer con esas palabras vacías y muy repetidas aunque me desagrada estar entre ellos mi hermana menor se va a graduar de la secundaria y tengo que soportar verla modelar vestidos tras vestido en los que se ve hermosa pero ella siempre se ve algún defecto, ya le he dicho más de un millón de veces que esos defectos que ella ve son los que la sociedad le impone a las mujeres que deben de verse altas, delgadas con curvas y muy hermosas para mí es algo realmente estúpido, todas las mujeres tenemos nuestro valor y todas somos únicas, nos diferenciamos y eso es lo importante ya que esta vida sería muy aburrida si todas fuéramos iguales, miro a Elizabeth salir del vestidor ahora con un vestido rojo y de tirantes comienza a dar vueltas en el espejo, me da un poco de gracia ya que parece un perrito intentando alcanzarse la cola, no puedo evitar que una sonrisa se dibuje en mi rostro.

-Kitty qué te parece este vestido.

-Hay Elizabeth, Lizzy me parece exactamente igual que todos los que te has probado bonito y elegante.

-Katerin por qué no puede ser más femenina por qué no puedes decirme sabes te miras más alta, más delgada, más pechugona.

-Sí quieres esas respuestas Elizabeth te sugiero que mejor vengas con un hombre, soy tu hermana con un demonio yo te miro perfecta.

-Es que no estoy segura quiero verme fantástica el día del baile quiero verme mejor que Natasha.

-Lizzy hermanita no te refieres a esa chica alta y rubia cierto.

Elizabeth se voltea cruzando los brazos y haciendo un puchero para asiente, hay diosa asla que madure porque no entiende que ella no puede ser igual a otra persona, doy un suspiro y floto con desesperación mi entre cejo.

-Elizabeth no sé cuántas veces te voy a repetir esto tú eres mejor que ella tú eres mucho más bonita y además el color de tu cabello es natural y no ocupa usar kilos de maquillaje para verte bien, escuche de buena fuente que es pecosa.

Elizabeth se ríe y me mira con mucha emoción como una niña pequeña que acaba de recibir un dulce.

-No puede ser cierto, había escuchado los rumores pero no lo podía creer.

-Pues créelo hermanita ahora ya elige un vestido quieres que tengo hambre y cuando tengo hambre me pongo irritable.

-Pues todo el día tienes hambre hermana.

Fulmino a Elizabeth con la mirada y la miro que felismente entra otra vez en el probador, me desplomo en uno de los sillones y cruzo las piernas al igual que los brazos, ahora ya sé lo que se siente venir de compras con una mujer, no aprenden a uno que escoge ropa más cómoda pero debo de admitir que algunas prendas son bonitas pero no son nada prácticas al momento de intentar defenderte por ejemplo no puedes dar una patada alta usando minifalda y tacones aunque los tacones serían buena arma, por fin podemos salir de la tienda y para mi desgracia Elizabeth no escogió ninguno, al final tendré que soportar más de esta tortura pero pasamos por una tienda de motos y no puedo evitar detenerme a mirar los cascos en el aparador y descuido por 5 minutos a Elizabeth, no me percato que ella sigue caminando y no se ha donde a ido, para cuando me percato de que no está no la puedo localizar con la vista, me maldigo a mí misma por no tener olfato pero a ver piensa Katerin iba caminando por esta acera lo más lógico es que haya seguido de frente y busca la tienda con ropa más vistosa y ahí estará, sigo caminando por la acera y llego justo a tiempo ya que dos hombres están hablando con mi hermana y ella se nota bastante atemorizada, Elizabeth siempre ha sido tímida y frágil lo bueno que me tiene a mí que soy todo lo contrario, me acerco a ellos y tomo a mi hermana de los hombros la jaló y la pongo detrás de mí, miro de forma molesta a los dos hombres y principalmente el que estaba hablando más con mi hermana que es un hombre mayor, moreno y alto y el otro es alto, fornido y rubio, se nota que ya son mayores son un par de rabo verdes y odio a los rabo verdes.

-Se les perdió algo señores.

Les hablo de una forma golpeada y con mucha agresividad para que entiendan que conmigo no van a jugar, el hombre moreno se rie tontamente.

-No, solo miramos que la jovencita estaba perdida y queríamos ayudarla.

-Sí claro como no y por eso le hablabas de esa forma.

-No es para que te molestes tanto no creo que sea el primer piropo que le dan a tu hermosa amiga.

-No, no es el primero y tampoco será el último que le avienten nombres que le duplica la edad y que se cren unos jovencitos diciendo piropos estúpidos apesar que ya les están saliendo canas.

-Pero qué grosera eres deberían de...

El hombre se calla cuando el otro hombre rubio le toca el hombro y lo hace hacia atrás.

-Discúlpe a mi amigo se pone estúpido con las mujeres bonitas, lo siento mucho señorita.

El hombre deja la frase inconclusa para que yo le diga mi nombre, es la jugada más estúpida y que he visto más de mil veces, volteo los ojos y me doy la vuelta para tomar a mi hermana e irnos de allí, malditos idiotas solo porque ven a una mujer sola y bonita creen que tienen el derecho a estar acosando las, los odio tanto nomás porque son rostros bonitos creen que todas las mujeres caerán a sus pies.

-Kitty estás molesta conmigo.

Escucho la voz tímida de mi hermana que me saca de mis pensamientos y volteó a ver, me esfuerzo por dar una sonrisa.

-Claro que no, tú no tienes la culpa que haya tanto imbécil suelto por eso no te debes de separar de mí.

-Lo siento pero es que no me di cuenta cuando te detuviste por cierto que estabas viendo que te fuiste tanto.

-Unos cascos para moto, miré uno muy hermoso que parecía la cabeza de ese alienígena que sale en las películas.

-Hay Kitty siempre eres tan rara.

-No soy rara es que papá quería un varón y mamá quería una niña así que nací niña con ataques de varón.

Escucho como Lizzy  se ríe, ya se ha calmado y eso me agrada así que nos subimos a mi moto y nos vamos de vuelta al territorio de mi padre, a llegar al territorio estación o la moto y después de que baja Elizabeth lo hago yo para ir al interior de la casa donde encontramos a papá plácidamente leyendo el periódico al lado de la chimenea, nos mira y da un suspiro.

-Es una muy mala señal que no traigan bolsas verdad.

-Pues depende padre si lo miras por tu lado es bueno no gastamos tu dinero si lo miras por el lado de lizzy no encontró ningún vestido que la convenciera.

-Por qué no se pone uno de los que ya tiene se mira bonita.

Escucho como Elizabeth se queja de forma dramática y al verla ya tiene su pose de diva, ya sé lo que sigue un melodrama juvenil.

-Papá cómo se te ocurre que voy a ir al baile de graduación con un vestido de los que ya me hayan visto es el último día que miraré a mis compañeros de la escuela.

-Sí compañeros que no te hablan.

-Cállate Kitty esta es conversaciones entre papá y yo.

-Hay sabes qué papá estas solo yo me voy a refugiar en mi habitación.

-Kitty por favor, Catherine no me abandones.

-No tú decidiste hacer ese comentario tú te enfrentes a la fiera esa.

Me voy a mi habitación donde me quito la chaqueta y pongo un poco de música para no escuchar los berrinches de Elizabeth y me pongo a hacer ejercicio, unos abdominales para marcar más mis músculos y mantenerme en forma.

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