Por Evelyn
Fui directamente al comercio de mi madre, cuando me preguntó de dónde venía solo le dije que habíamos salido con Isa y que me quedé a dormir en su casa, algo así le había dicho la noche anterior.
-No son tan amigas, de a ratos parecen enemigas y de a rato son inseparables, no entiendo esa amistad.
-Sí, es complicada nuestra amistad…competimos por un montón de cosas.
-¿No me digas?
Dice mi hermana sarcásticamente, que hasta ahora había estado callada.
En cuanto le diga lo que hice, va a poner el grito en el cielo.
-¿Adonde fueron?
Pregunta mi mamá.
Creo que me ruboricé.
-A una discoteca.
Giré y comencé a acomodar el estante más lejano, el que tenía unos perfumes importados.
Mi hermana se me acercó.
-¿A una discoteca?
Le sonreí, pero no abrí mi boca, estaba una empleada atendiendo a una persona, por suerte entraron más clientes y todas estuvimos ocupadas.
Entre los clientes que atendimos, que en su mayoría son mujeres y parece que si no te cuentan para que quieren cada produc