CONNOR

Claro, el paisaje a nuestro alrededor era especial, pero en ese momento, estaba más interesado en la belleza que tenía delante. Megan tenía una expresión de total asombro en el rostro mientras observaba el entorno, sus preciosos ojos saltando de un punto de interés a otro.

Cuando notó que la estaba mirando, volvió su atención hacia mí.

—¿Pasa algo?

Negué con la cabeza.

—No pasa nada en lo absoluto.

Ella echó un vistazo a mi bandolera.

—¿Qué llevas ahí?

En lugar de responder, abrí el broche y levanté la solapa. Dentro estaba mi cámara, junto con algunos lentes adicionales.

—Ah, debí haberlo imaginado. —Sonrió y volvió a mirar el paisaje.

Eché un vistazo a la piloto, que se había puesto unos auriculares y había sacado un librito del bolsillo para leer, sin duda para darnos un poco de privacidad.

El paisaje que nos rodeaba era increíble. Ya había volado en globos aerostáticos varias veces, pero nunca en Colorado. Las montañas, la ciudad, las colinas onduladas… Las vistas me daba