—Bien, nos vemos luego.
Cuelgo la llamada y me voy a dar una ducha, necesito despejar mi mente y tranquilizarme. Desde que Astrid llegó a mi vida, tengo que darme varias duchas frías, de forma directa o indirecta, logra alterarme, detesto la idea de que alguien más la toque y sea el primero en su vida, que ocupe su tiempo y sus pensamientos.
El día de mi viaje llegó demasiado rápido o al menos así lo siento, últimamente he notado a Astrid más tímida de lo normal, en especial cuando está cerca de mí ¿Sera que le atraigo? Sé que tengo el ego demasiado alto y para ser honesto, se me haría absurdo que no le atraiga a Williams, pero tampoco conozco sus gustos.
Estando tan lejos de ella se me hace un martirio ¿Quién diría que sus pláticas vanales y sus desvaríos fueran demasiado entretenidos? Estando en el hotel, abro la aplicación de Rayan y veo que mi chica está conectada, al parecer espera mi llamada, una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios, así que decido hacerle una llamada.
Cuando