Capítulo446
Justo después de colgar el teléfono, Leo volvió a escupir sangre.

Alejandro palideció visiblemente, y sus manos temblaron involuntariamente.

Mariano estaba viendo a Alejandro tan desconcertado por primera vez.

Media hora después.

Alejandro llevó a Leo rápidamente al Hospital Dolores del Carmen.

Corrió con Leo hacia la sala de emergencias y lo acostó en la camilla.

Con emociones contenidas, Alejandro le habló suavemente a Leo:

—Papá estará afuera, no tengas miedo.

El pequeño Leo, jadeando débilmente en el pecho, respondió:

—Estoy bien, papá, no te preocupes...

Los ojos de Alejandro se pusieron rojos de repente.

El médico dijo:

—Señor Méndez, vamos a tratar al joven señor primero.

Dicho esto, apuradamente llevaron la camilla con Leo a la sala de cuidados intensivos.

La mano fría de Leo se soltó de la mano de Alejandro, y un sentimiento de vacío llenó el pecho del hombre.

Mariano se acercó a Alejandro, le dio unas palmaditas en el hombro y dijo:

—Alejo, no te preocupes demasiado, segu
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