Nicolás elevó intencionalmente su voz y le dijo a Liliana:
—Liliana, mira eso. ¿Recuerdas la última vez que alguien ganó 100,000 dólares en un boleto de lotería aquí?
Después de decirlo, Nicolás apretó la mano de Liliana y le dio una señal con los ojos.
Liliana entendió de inmediato y asintió.
—¡Claro que recuerdo!
Nadia tenía oídos de lince y, al escuchar la cifra de 100,000 dólares, dirigió rápidamente su mirada hacia la máquina de rascar y ganar de Nicolás.
¿Esta máquina podía ganar 100,000 dólares?
Nadia estaba perpleja, pero Mario agregó:
—¡Lo sé! Un amigo mío jugó esto antes y escuché que ganó varios miles de dólares.
Las palabras de Mario disiparon las dudas de Nadia de inmediato.
Nicolás y Liliana apenas podían contener la risa. Habían tropezado accidentalmente con una gran idea.
Leo, al ver a sus hermanos riendo, también sonrió.
Nadia fue a investigar y compró algunas tarjetas de rascar, cada una por 5 dólares.
Nicolás dijo:
—Comprar solo esto no servirá de nada, y no es p