Ximena estaba feliz de poder ser vecina de Damián. Así sería más fácil para Luciana venir a jugar en el futuro.
—Preguntaré a la administración del condominio sobre esto por ti—dijo Ximena, aceptando la petición de Damián. —¿Crees que Luciana se cambiará de escuela a Reinovilla?
Al ver la sonrisa radiante de Ximena, Alejandro no pudo evitar decir:
—Sus intenciones son tan obvias, ¿aún no te has dado cuenta?
—Señor Méndez—interrumpió Simona con fingida emoción—¿usted también se dio cuenta de que al señor Pereyra le gusta Xime y quiere conquistarla?
Alejandro frunció el ceño.
—¿Acaso crees que estoy ciego?
—¡Qué bueno!—exclamó Simona, poniendo sus manos sobre los hombros de Ximena y empujándola suavemente hacia Damián. —Señor Méndez, ¿no cree que Xime y el señor Pereyra hacen una linda pareja?
El rostro de Alejandro se oscureció visiblemente, tensándose hasta emanar un aura fría.
Simona continuó provocando:
—Señor Méndez, si puede ver las intenciones del señor Pereyra, seguramente tam