Capítulo1030
La llegada de la policía los hizo callar al instante.

Ximena no pidió compensación económica. Solo exigió que le ofrecieran una disculpa sincera a Liliana. Luego, llevaron a Liliana al hospital para hacerle un chequeo, y se aseguró de que ellos pagaran los gastos médicos.

Después de resolver el asunto, Ximena llevó a los niños a casa de Zacarías. La casa de Zacarías no era grande ni estaba renovada; solo eran las paredes de cemento y el techo de tejas típicos de una casa rural.

Nicolás y Leo fruncieron el ceño al ver las condiciones en las que vivía Liliana, incluso antes de entrar.

Zacarías abrió la puerta. Aunque el patio no era muy grande, estaba limpio y ordenado.

Zacarías los llevó adentro y les ofreció un vaso de agua. Al entregarle el vaso a Samuel, su mirada cambió sutilmente. Sin embargo, no dijo nada y se sentó en su lugar.

Zacarías dijo:

—En este asunto, también tengo responsabilidad. No protegí bien a la niña. Les pido disculpas.

Tras decir esto, Zacarías se levantó, dispu
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