Melanie:

Tocaba una y otra vez la puerta, lo hacía con tanta insistencia que se escucharon quejas de los vecinos. Lo hice hasta que por fin el me abrió.

Después de salir de la casa en la que vive Amelie, no dudé un segundo en venir a buscar a Damon, necesitaba gritarle el la cara a este imbécil. Sentí tanta impotencia cuando ella me contó todo lo que ha pasado y todo lo que ha tenido que vivir por estos cuatro años.

Damon es un imbécil, creí que el estaba protegiéndola, pero no, lo que hacía era meterla más en ese hueco, sabrá Dios si cuando se drogaba con el, le habrá hecho algo.

Espero que no haya llegado mas lejos, porque ahí si lo va a lamentar. Porque aprovecharse de una persona en esa situación, vendría siendo un delito muy grave.

—Melanie ¿Que demonios? —dijo con molestia.

Lo empuje con mucha fuerza para poder entrar a su departamento que por cierto lucía como un cochinero.

—¿Que demonios sucede contigo? ¿Por qué entras así?

—Vine a hablar contigo idiota —lo señalé—, ¿Por qu