Germaine siguió a Quinn al interior de la habitación. Efectivamente, vio a Sharon tendida allí, pálida y débil.

Antes de que Quinn pudiera decir algo, ella preguntó apresuradamente: "Doctor, ¿cómo está Sienna? ¿Está herida de gravedad?”.

"Ella...". El médico le lanzó una mirada furtiva a Simon. Recordó lo que Simon le había dicho y respondió: “La señorita Sienna fue apuñalada, y sus órganos resultaron heridos. Junto con su pérdida de sangre, me temo que no podrá despertarse por el momento. Sin embargo, su vida no corre peligro”.

Germaine solo escuchó que Sharon podría no despertarse tan pronto. Aunque su vida no estaba en peligro, esto era suficiente.

“Oh no, mi pobre Sienna… ¿Qué persona desalmada te lastimó? Qué despreciable…”. Germaine se obligó a sacar unas lágrimas forzadas mientras fingía verse triste.

“Presidente Newton, Shar necesita algo de paz y tranquilidad. Ya que la ha visto, por favor, regrese a casa si no necesita nada más", dijo Simon.

¿Qué podía decir Quinn en re