Alexei Costich

Apenas sentí la conexión, que indicaba que Leandro había contactado con su cachorro, corrí a través de las grietas que había entre las piedras. Era solo una pequeña línea, un enlace débil, pero allí estaba. Sabía muy bien lo peligroso que era para los lobos ese aire toxico, pero aún así nada me pediría ir al rescate en uno de los míos.

Muy cerca de mí, podía escuchar la potente voz de Xoam, un vampiro gigantesco, que parecía creer que yo no sería capaz de resistir las toxinas en el aire, cuando llegamos a una de las grietas, más anchas, el olor era tan intenso que quemaba las fosas nasales, entonces escuché:

-ni se te ocurra convertirte en lobo, este vapor de sombras es trabajo de brujas y matará a ese pobre chucho tuyo, apenas te transformes-decía Xoam.

-tranquilo vampiro, creo que hasta el mismo se dio cuenta solo-respondí, sintiendo como mi lobo se acurrucaba muy dentro de mí, asustado.

-por aquí, por aquí los siento-decía Mechones, un lobo de la manada Nigromante, b