Leandro Costich

Estaba todo listo para salir, pero aún se sentía mal. El alfa Vlad había marchado el día anterior, junto con algunos de los guerreros de la manada Tierras Yermas. A nuestro lado y a la espera, estaban los guerreros Nigromantes, los alfas Ammos y Adam, se quedarían en la manada, protegiendo a los demás. Toda la manada estaba preparada y lista lo mejor que se podía. Me había asegurado de que Sabrina y mis hijos estuvieran a salvo junto a mi suegro y cuñada. Solo que esta vez la despedida se sintió diferente.

Avanzamos tal y como habíamos acordado con el rey Nicolai el día anterior, pero justo antes de llegar a nuestro objetivo, Remo se enlazó con cada alfa que había en el lugar, algo había cambiado, los planes estaban siendo modificados, teníamos espías. Sabían que íbamos, era una trampa y estábamos a punto de caer.

-¡deténganse! tenemos nuevas órdenes-dije a través del link a mis guerreros de elite.

-¿qué sucede?-preguntó Sean a mi lado.

-no podemos continuar, nos orden