POV Noah
Llegamos a la habitación y solo estoy pensando en una cosa. Que si Antonella vuelve a usar ese diminuto pijama y veo alguna parte de su cuerpo no planeo controlarme. Ni siquiera las palabras de esa mujer lograron enfriar mi apetito calenturiento.
—Toma, debemos comerlo ahora, me dijeron que para mañana no va a saber igual.
Antonella había comprado unos dulces típicos de la zona. Me lo da en un plato de postre y con gusto comienzo a probarlo.
—Humm, está delicioso.
Increíblemente alabo la comida. Pocas cosas asombran mi paladar y está era una.
—Verdad que está rico. El señor me dijo que está hecho con los mejores frutos secos de la isla, coco y mucho maní con almendra.
De inmediato escupo el bocado que tenía en la boca.
—¡Soy alérgico al maní!
Eso explica el porqué comenzó a picarme la garganta.
—¡Oh por Dios! No puede ser. ¿Qué hago? ¿Tienes antialérgico?
Antonella abre los ojos totalmente asustada y temerosa. Se pone tan nerviosa que comienza a caminar sin algún orden por