Al día siguiente fui el primero en despertar, Sofía aún dormía profundamente por lo que me quedé admirando su hermosa belleza. Realmente era el hombre más feliz del mundo por tenerla entre mis brazos y por supuesto mi decisión de alejarme ya estaba completamente derrotada porque no pensaba alejarme de la mujer a la que amo y menos si ya le había propuesto matrimonio.

- Te demandaré por acoso - Me dijo Sofía abriendo lentamente los ojos y haciendo una leve sonrisa.

- Tu puedes demandarme por lo que sea - Le dije mientras besaba su frente y ella se acomodo en mis brazos.

- Te amo - Dijo muy bajo pero con mucho cariño.

- Yo también te amo - Le dije mientras la abrazaba con más fuerza - ¿Quieres que pida el desayuno? - Pregunte sin dejar de abrazarla.

- Mmm creo que comeré un exquisito Alex - Me dijo mientras sonreía sensualmente.

- Lo que diga mi bella dama - Y así fue como volvimos a entregarnos a los deseos eróticos una vez más, después bajamos a desayunar al restaurante del hotel dond