Al fin es hoy, me desperté antes que los demás, y Sali a correr, desde muy temprano me sentía ansiosa, sabía que algo sucedería hoy, no por el hecho que estoy cumpliendo mis 18 años, sabía que algo más pasaría el día de hoy. Ya había completado el entrenamiento junto a mis hermanos, y en estos años que pasaron me volví más fuerte, más que mis hermanos, lo que me trajo cierta popularidad. No era de mi agrado ya que a las chicas del pueblo yo no les agradaba, decían entre ellas que yo era una chica fácil, solo porque mi mejor amigo era hombre.
Pero que podía decir, John era el único que se acercó a mi sin malas intenciones, me ofreció su amista y nunca me dejo por los rumores que las chicas esparcían. Completamos el entrenamiento juntos ya que teníamos la misma edad solo que él era un vampiro. Su madre escapo luego de enterarse que había quedado embarazada de alguien que no era su pareja, lo que no era bien visto por ellos y decidió que su hijo tendría una mejor vida que la ella tubo.
Seguí corriendo por el bosque cuando la escuché, su voz era suave, melodiosa, hasta un poco tierna, no podía dejar de correr por lo emocionada que estaba, ella no dejaba de pedir que me detuviera, pero no le hice caso, hasta llegar a la orilla del rio que descubrí un día que discutí con Flynn porque estaba en mi habitación con John y la puerta estaba cerrada. Corrí sin escucharlo y llegué a este lugar
Asentí quitándome la ropa, la deje a un lado y comencé a sentir un dolor horrible, como el que mis hermanos me habían contado cuando se transformaron, caí al suelo por el dolor, sentía que me faltaba el aire, cuando abrí mis ojos ya no veía mis manos ahora eran unas grandes patas de color negro, me acerqué a la orilla del rio y la vi, más grande que los lobos de mis hermanos, negra como la noche misma con unos ojos azules intensos.
Realmente era hermosa, todo lo contrario, a mí, si bien debido a los entrenamientos tenía un buen cuerpo, mi metro sesenta y cuatro no se comparaba al metro ochenta o setenta de las demás chicas, por alguna razón era la más bajita del pueblo, mi pelo negro largo hasta la cadera, piel pálida pero no tanto como la de John que es un vampiro, mis grandes ojos color café y mis labios casi rojizos hacían que para nada me viera como una bruja o una loba.
Corrí lo más rápido que pude sin dejar de sentir esa mirada sobre mí, no sentía miedo eso era lo más extraño, quería dar la vuelta y ver de quien se trataba, pero si Missy dijo que debíamos volver a casa eso haremos. Al llegar entre por la puerta trasera esperando que aun estuvieran dormidos, pero me tope con unas manos que cubrían mis ojos y que ya conocía, ese olor que podría reconocer donde fuera a tierra húmeda, era Lio el mejor amigo de mis hermanos, crecimos juntos por lo que ya era parte de la familia.
Me separe de su agarre y camine por la cocina buscado algo para comer, en eso llego Thomas y me abrazo por la espalda haciéndome girar mientras me felicitaba por mi cumpleaños, luego siguieron los demás. Nos sentamos a comer entre charlas y les conté de Missy, mis hermanos estaban contentos al saber de ella, pero madre tenía en su mirada miedo, preocupación y pena. No podía descifrar la mirada de madre, parecía que podría llorar en cualquier momento por lo que papa le sostenía la mano, eso la tranquilizada.
Me sorprendió que Flynn dijera eso, si por el fuera estaríamos todo el día sentado sin hacer nada mirando al cielo o durmiendo. Madre me miro por unos segundos y asintió con su cabeza. Sus ojos se cristalizaron, pero no le tome importancia y salí de prisa “nada malo puede pasar” las palabras de Flynn seguían sonando en mi cabeza.
Camine por el pueblo, contándole a Missy sobre mi vida aquí, los demás me miraban, pero no decían nada, seguimos recorriendo todo el pueblo cuando lo escuche en mi cabeza, fuerte y claro como la primera vez.
Missy estaba como loca aullando en mi cabeza, con una briza, vino a mí el olor más exquisito que pude haber sentido en toda mi vida, menta fresca y miel, mis olores favoritos. Corrí en dirección del exquisito aroma, pero no podía encontrar al portador de este, seguía avanzando, pero el olor se desvanecía dentro del bosque. Fuimos hasta el rio con Missy triste por no haber podido encontrarlo.
Decidí volver a casa y descasar un poco, el casi rechazo de nuestro mate nos había dejado mal, necesitaba dormir, luego pensaría en algo para alegrar a Missy y de paso también a mí.
Sueño
Corría con Missy por el bosque, estaba lloviendo, nos sentíamos felices, libres y con energía. Alguien nos llamó desde atrás, nos giramos, pero no había nadie, volvimos a correr, estaba por llegar al río.
Fin del sueño
Un fuerte grito se escuchó dentro de mi cabeza que hizo levantarme de golpe casi sin aire, mi madre estaba junto a mi sosteniendo mis brazos, su cara solo expresaba preocupación, lo podía ver, quería decirme algo, pero dudaba de hacerlo, la abracé lo más fuerte que pude.
Madre no me miro durante toda la cena, lo cual paso desapercibido para los demás ya que John y Lio estaban con nosotros en la cena, por lo que todo fue risas. Al terminar subí a mi habitación para descansar, pero ese sueño no me permitía dormir. ¿A quién debo salvar? ¿Quién me está mintiendo? No podía dejar de pensar en lo que ella me dijo. Abrí lentamente la ventana y le dije a Missy que diéramos una vuelta nocturna antes de dormir.