“Todo es válido por amor” Angus no ve límites a sus planes, ama tanto a su hija que le duele en el alma, verla tan descarriada, un poco de culpabilidad por no haber intentado desde su infancia prestarle la atención que requería, por ello no ve otra solución que casarla con su enemigo de la infancia. Una lección que su hija deberá de aprender para poder acceder a su fortuna o perderla a manos de su némesis. Justificado o no, los contratos existen en las familias más acaudaladas, esas grandes fortunas valen uno que otro sacrificio. Un hombre de buen corazón quien es chantajeado para cumplir con los disparates del que pensó era un padre adoptivo amoroso, solo cae en cuenta que es un peón útil para ese hombre.
Leer másTítulo original: Te Amo a pesar del Contrato
Reservados todos los derechos. Queda prohibido copiar, reproducir, distribuir, publicar, transmitir, difundir, en cualquier modo explotar cualquier parte de esta obra literaria sin la autorización previa por escrito del autor o de los titulares correspondientes. Sin embargo, usted podrá disfrutar del material, sujeto al uso exclusivamente personal y no comercial, limitado a su lectura en las aplicaciones designadas por Buenovela.
Ⓒ 2022 by Sandy Co.
❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉
Nueva York
¿Amarlo?, no, ¡qué va!
Ese hombre que lleva mi sangre solo me ha traído momentos de infelicidad…
Hace poco más de una semana que llegue de Londres, y Angus ya me empezó a controlar, debía regresar para poner en práctica lo que estudie, y solo por el amor que le tengo al recuerdo de mi madre y sus empresas, es que me atrevo a poner un pie en estos que son sus dominios.
—¡Buenos días! ¿Señorita Macpherson? —saluda, a la vez que se asegura que soy a la que enviaron a recoger, ese hombre no deja nada al azar, es su forma de confirmar que asistiré a esta reunión.
Asiento y le agradezco por abrirme la puerta, el pobre chofer no tiene la culpa, él solo sigue órdenes.
Hace años que no visitaba las oficinas principales del imperio Macpherson, al entrar al edificio veo con agrado que todo ha sido remodelado, lo que me agrada, pero no del todo, espero que no haya tenido que ver ese engreído.
Luego de registrarme como cualquier otro visitante, me llevan hasta el piso donde reina Angus, busco a Bea, pero no la encuentro, era su fiel secretaria. Solo veo mujeres jóvenes que habrán remplazado a aquella dulce dama que me obsequiaba chocolates.
Una de ellas me intercepta en mi camino a la oficina, al decirle que me esperan y verificar mi gafete soy escoltada hasta la oficina principal, solo se atreve a abrir la puerta hasta que una voz gruesa nos deja pasar.
—¡Adelante!, — me observa, se ve contento. —No te quedes en la puerta, toma asiento, ¿deseas algo de tomar?, ¿desayunaste?
—Estoy bien, podríamos acortar mi estancia aquí, solo ve al grano —le pido en tono serio y con algo de enfado. Tomo asiento en un sillón, solo lo veo con el rabillo del ojo, no me apetece tenerlo de frente.
—Sia, cariño, ¿tanto te desagrada ver a tu padre?
No respondo a su cuestionamiento, él suspira, toma una carpeta y se levanta, se toma la molestia y me la lleva, la abro para hojearla, descubro que es una lista detallada de los activos, cuentas y negocios que estaban a nombre de mi madre, en un siguiente apartado, están enlistados todos los demás bienes que posee mi padre.
—Supongo que, ya que cumplí lo estipulado en el testamento de mamá, podemos comenzar a realizar el traspaso de esas propiedades y…, —me interrumpe.
—Espera, falta alguien.
Tocan a la puerta y ahí aparece el odioso de Lloyd, que entra como si de su oficina se tratara, hago una mueca de desagrado, tuerzo los ojos y vuelvo a mi lectura.
—Disculpa la demora Angus, espero que sea rápido, dentro de media hora tengo una reunión.
No recibo ni un saludo, y lo agradezco de esa forma, no debo ser hipócrita.
—Sia, con respecto a que recibas tu herencia, existen inconvenientes para llevarlo a cabo en este momento. Verás, los bienes de tu madre han sido utilizados para apalancar al imperio Macpherson, por el momento son indivisibles.
—¡¿Cómo te atreviste?! No tenías derecho a disponer de ellas, sabías que mi madre me las dejo —siento un fuego que me carcome por dentro.
—No es correcto del todo, yo como albacea podía disponer de ellas como mejor me pareciera. Ahora, existe algo más apremiante. Los inversionistas están empezando a retirar los fondos y todo gracias al último escándalo que protagonizaste en Ibiza.
—¿Qué tiene que ver mi vida privada? —le espeto.
—La incertidumbre que genera que la persona que heredara estas empresas es una desgracia, y recuerda que no es la primera vez. Te lo había dicho, están amenazando, se niegan a que te pase el mando.
—¡Esos Imbéciles! Muestrales los títulos que obtuve con honores.
—¡Una m****a! Les interesan tus títulos, ¿sabes cuanto han caído las acciones?, ¡no!, ni idea tienes. Ayer en la junta mensual me dieron este ultimátum, para no retirarse y dejarnos sin nada.
Desde su escritorio me avienta otra carpeta que cae en la mesa frente a mí, en resumen, votaron para que yo no tome la posición de CEO, por lo menos hasta una próxima junta que será en seis meses, cuando se vuelva a tocar el tema.
—¡Aja! Y esta tontería de contrato que viene aquí, ¿qué? ¡Es broma!, ¿no?
—¡No! Es mi solución, si no quieres perder tu herencia.
—¡Ya! ¿Y quién se prestaría a esto? Porque conociéndote, tú no confías en nadie —lo veo voltear a ver a LLoyd que está muy entretenido en la maravillosa vista, pero también sostiene la misma carpeta que yo.
—¡Ethan!, ¿comprendes el motivo de esta reunión? Sabes que no te lo pediría si no fuera crucial —le dice mi padre en tono de súplica.
—Jamás accedería, es una locura que me pidas casarme con él —señalo a Ethan Lloyd, porque eso es lo que implica, si se lo está pidiendo, esto es lo más descabellado que mi padre ha intentado.
—Pues no sé si eres tonta Sia, las apuestas están hechas, Ethan es el más elegible a ocupar el puesto que tú deberías tener.
—No, estoy segura de que puedo encontrar otra opción o en últimas a alguien más.
—Adelante, solo tienes una semana para intentarlo.
—¿Tú no dirás nada? ¡Claro!, te conviene seguir obteniendo los beneficios que trae consigo esta estúpida unión — suspira, menea la cabeza.
Me levanto y me voy, necesito planear alguna salida que me ayude a zafarme de este disparatado plan de casarme con el ser que más odio.
Ethan Todos pintaban la llegada de un bebé a la familia como lo más hermoso del mundo, yo no podía haber experimentado esa belleza, por supuesto que estaba agradecido de que ambos estuvieran en perfectas condiciones. Pero yo estaba exhausto, más allá de lo imaginable, cualquiera pensaría que yo fui el que dio a luz a ese enorme bebé. Acompañe en cada segundo a Sia desde que llegamos al hospital, me concentre en ser comprensivo y paciente con sus necesidades, las cuales fueron desde lo básico hasta tener que soportar esos dolores que ella experimentaba y que yo padecí, primero; ver su cara de sufrimiento y segundo si me tomaba de la mano o se sujetaba de mí, era un dolor excruciante. Me quedé perdido en la cama dispuesta para mí a lado de la de Sia, fueron unas pocas horas que pude tomar para recuperarme. Al abrir los ojos, Sia paseaba al bebé en brazos. —¡Oh, mira quien despertó! Es papá, el que dijo que te cuidaría tan solo salieras de mami. Me incorporé, la verdad quería
Sia Me podría volver adicta a esto, por alguna razón que desconozco las sensaciones durante nuestras sesiones se habían magnificado, de por sí Ethan me volvía loca con sus caricias, ahora se sentía mejor. En la madrugada me levanté para ir a buscar mi almohada, aunque use a Ethan para ese efecto no funcionaba y si deseaba descansar la necesitaba como si fuera el aire. Al volver la lámpara de mi lado daba una tenue luz que iluminaba su rostro, era guapo y era mío o eso quiero pensar, las personas no son posesiones, ¡ñaa! Aquí parada me surgieron un montón de interrogantes, miedos de medianoche le llamaría. Antes jamás había pensado en casarme mucho menos en tener bebes a esta edad, mis planes eran otros, sobre todo porque sabía que no quería estar cerca de casa, trabajar tal vez, viajes, fiestas, amigos. Ese era mi mundo, ¿en qué momento perdieron su atractivo? En año y medio todo cambió radicalmente, me encontraba rendida ante la idea de vivir a lado de esta persona para lo que re
Ethan No hay momento que no la encuentre hermosa, quien no ha escuchado de lo radiante que se ven las mujeres cuando están embarazadas, hoy se veía más que asombrosa, también es el efecto que los sentimientos infunden en la perspectiva con la que yo la estaba apreciando. Ella portando ese vestido la hacía lucir tan sexi, jamás creí que me atrajera como lo hacía, desde hace días que me permitía recostarme a su lado y acariciar su vientre, era tan íntimo y me llenaba de emoción. Por el momento éramos solo tres, en dos meses el número aumentaría. Tan pronto como firmamos el acta, Angus nos abrazó y se despidió, Sia no sabía que solo vino porque se lo pedí. En cuanto él se fue, todos desaparecieron, pues esta era una fiesta privada en dónde Sia y yo éramos los únicos que realmente debían estar presentes. —Esto se siente raro —declaro ella. —Es solo para nosotros, recuerda que en el evento pasado todo mundo disfruto, menos tú y yo. Nos habían dejado instalado un tri pie con la cáma
Ethan Eran tan cierto lo que Angus me había advertido, sobre el temperamento tan cambiante de Sia, las cosas fueron mejorando, quería atribuirme la mejora en ella, ojalá y que fuera mi presencia la que mejoraba sus cambios de humor, la verdad era la de energía que la hacía gastar, la dejaba exhausta lista para solo dormir. Angus vino a mí para recordarme que ella y yo pronto estaríamos divorciados, dándole una excusa perfecta para mandarme a volar en cualquier instante que le dieran sus repentinos arranques. Desde el momento que Ross me dijo que era lo mejor, a mí vino la idea, por lo que se la comente a mi padre-suegro. Él y yo creímos que a Sia le gustaría ese gesto, entre los dos organizamos la sorpresa en la que le pediría a ella que volviera a casarse conmigo, dejando atrás nuestra atropellada relación para empezar de cero. Me reí tanto cuando ella cuestionó qué hubiera pasado de haberme rechazado, por mi mente jamás tuvo cavidad aquella respuesta. Yo sabía que Sia me amaba
Sia Me siento inestable emocionalmente la mayor parte del tiempo, por lo que sentí necesario acudir al obstetra, el cual hizo estudios por mi petición e insistencia. No era posible que pasará de la alegría absoluta, al enojo o el llanto incontrolable. Lloyd por su parte estaba tomándose el papel de chofer, quería llevarme a todos lados, el estar en casa implicaba que él estuviera gravitando a mi alrededor, para ver si podía ayudarme en algo. Incluso Angus se dio cuenta de que me alimentaba con todo lo que le pedía, lo reprendió diciéndole que era dañino complacerme en todos esos caprichos alimenticios, se atrevió a darle el número del médico que está llevando el control de mi embarazo. Esa fue la última ocasión que pude aprovecharme de su buena voluntad e ignorancia. —Hagamos un trato, ¿quieres seguir comiendo todo lo que se te antojé? —abrí los ojos ampliamente y asentí. —Ya consulté con el doctor y aconsejo que hagamos una actividad física. —Pero... —Empecemos por poco, salg
Ethan No esperaba que fuera fácil volver como si nada, más porque no cumplí nada de lo que le había prometido a Sia, como lo de comunicarme con regularidad o incluso lo de haber pedido el divorcio. Mis explicaciones no surtieron el efecto que esperaba, simplemente me escucho, en lo que yo hablaba, se limitó a observar un punto fijo y su vista jamás se apartó, no realizo ninguna pregunta ni comentario. Solo hasta que finalice sus palabras me dejaban en claro que al final yo no era requerido en su vida, su enojo lo entendía y me dejo preguntándome si yo no sentiría lo mismo, imaginando que ella se alejará, por cualquier razón, sería yo tan maduro para solo aceptarla de regreso. Ya que no me permitió acompañarla, debía hablar con Ross para averiguar cuál era mi situación, estaba o no en proceso el divorcio. Llame a Ross y lo invité a comer para poder hablar, era raro estar aquí sin tener la responsabilidad de ir a trabajar, hasta me sentí fuera de lugar. Él sabía perfecto el propós
Último capítulo